Las condiciones de préstamo domiciliario en función del tipo de usuario son:

1. Usuarios ordinarios: Podrán retirar hasta un máximo de cinco libros. El plazo de préstamo será de quince días, a excepción de los profesores y sacerdotes que podrán disponer de un préstamo de un mes. El préstamo podrá ser renovable siempre que el documento no haya sido solicitado por otro usuario hasta un máximo de tres veces consecutivas.
2. Usuarios extraordinarios: Podrán retirar hasta un máximo de tres libros. El plazo de préstamo será de quince días. El préstamo podrá ser renovable siempre que el documento no haya sido solicitado por otro usuario hasta un máximo de tres veces consecutivas.

Todos los usuarios tienen la obligación de devolver las obras antes de finalizar su periodo de préstamo.

Las conductas aquí contempladas, por inadecuadas, son constitutivas de falta y conllevarán las siguientes sanciones:

1. El retraso en la devolución del material prestado tendrá una consideración inicial de falta leve y será sancionado con la imposibilidad de utilización del servicio de préstamo domiciliario a razón de tres días acumulativos por cada ejemplar y día de retraso sobre la fecha prevista. Si transcurridos quince días desde la fecha de devolución establecida, el usuario aún no ha retornado los ejemplares prestados por la biblioteca, se le enviará una notificación que deberá ser atendida obligatoriamente en el plazo requerido tal y como aparece recogido en el segundo punto de este artículo.
2. El retraso en la devolución es susceptible de convertirse en falta grave, pudiendo desembocar en la pérdida de la condición de usuario por parte del infractor, si trascurridos quince días a partir de la notificación por parte de la biblioteca del retraso prolongado, el usuario no atiende a la demanda y persiste en el incumplimiento de la devolución de ejemplares.
3. El deterioro de material que no imposibilite su uso será considerado una falta leve y será penalizado con un mes sin poder utilizar el servicio de préstamo domiciliario.
4. El deterioro que imposibilite el uso del material o la pérdida del mismo supondrá una falta grave y el usuario se verá obligado a restituir el material o a compensar económicamente la reparación, según las circunstancias. Si se negara a cumplir con la sanción, perderá su condición de usuario.